Aprovechando la rehabilitación integral de accesibilidad y la colocación de un ascensor en la medianera de dos viviendas de la Plaza del Castillo de Pamplona, se decide rehabilitar por completo toda la vivienda.

Se derriba la casi totalidad de los tabiques existentes de la vivienda y se pasa la cocina al patio interior, pudiendo generar una habitación más hacia la calle Estafeta. Se incorpora un baño en suite en la habitación principal, para completarla y que haya dos en la vivienda, pensando en baño de invitados y el privado.






En el salón se realiza la operación más arriesgada estructuralmente, tirar todos los tabiques y colocar tres pilares metálicos ocultos en la tabiquería bastan para solventarlo. A su vez, se diseña un mueble nuevo que recorre como una serpiente toda la vivienda, de norte a sur, integrando todo el espacio en uno sólo.









Se tiene en cuenta en especial el mobiliario diseñado para la vivienda, las puertas imitando las originales y la sencillez de materiales.
“Los detalles no son detalles. Ellos son el diseño”.
Charles Eames.